El confinamiento ha cambiado el modo de vida de una gran cantidad de personas. Muchas teletrabajan y, dado que solo se permiten desplazamientos esenciales, el uso del coche ha disminuido. Esto ha hecho que dejemos aparcados los coches sin moverlos durante un tiempo. Quienes no tenemos la posibilidad de tener el vehículo en un garaje, estamos dejándolo expuesto a la intemperie.
Si esta situación se prolonga, pueden surgir problemas en los frenos que les impidan funcionar correctamente durante la conducción.
Aparece corrosión en la superficie de los discos de freno. Con el uso normal del vehículo, el óxido se elimina accionando los frenos.
No obstante, si no se ha utilizado el vehículo durante un tiempo, las zonas afectadas por la corrosión pueden extenderse. La corrosión en la superficie de los frenos puede producir ruidos al frenar y, lo que es más preocupante, puede aumentar las distancias de frenado debido a un menor rendimiento del sistema de frenos.
Este no es el único problema: al dejar accionado el freno de estacionamiento, las pastillas/zapatas han quedado en contacto con los discos/tambores de freno. La corrosión puede hacer que estos componentes se peguen entre sí, impidiendo el movimiento de las ruedas la próxima vez que se utilice el vehículo. Esto se conoce como pegado del material de fricción.
Es posible evitar el pegado del material de fricción siguiendo algunos sencillos pasos.
-
Arranca el motor del vehículo, suelta el freno de estacionamiento con el motor en marcha y recorre una corta distancia con el coche en los dos sentidos de marcha (adelante y marcha atrás) a la vez que accionas suavemente los frenos.
-
Cuando entran en contacto, los frenos eliminan la corrosión en la superficie, evitando cualquier acumulación de corrosión y los problemas resultantes.
Se recomienda hacer esto una vez a la semana. Puedes combinarlo con dejar el motor en marcha durante 15 minutos para recargar la batería y mantener el motor en buen estado.
-
Si no has podido seguir esta recomendación de mantenimiento, ten especial cuidado al conducir por primera vez el vehículo después de un estacionamiento prolongado. Prueba los frenos accionándolos suavemente para asegurarte de que funcionen como es debido. Es posible que se produzcan diversos ruidos al frenar (chirrido, rechinamiento, crujido) durante los primeros kilómetros debido a una acumulación excesiva de corrosión.
-
Si los ruidos persisten, derivan en otros síntomas (vibraciones) o, lo que es peor, no puedes mover tu vehículo porque las ruedas están agarrotadas, consulta a tu profesional Brembo Expert más cercano, que está debidamente cualificado para poner de nuevo en marcha tu vehículo.